Un lugar muy inspirador. Los martes la gente lo visita por las tardes; después de hacer oración puedes disfrutar de un antojito. Al rededor venden refrescos, aguas, churros, frutas, hielitos, duritos, etcétera.
Cada martes recibe a cientos de fieles de todo el municipio que visitan a la Virgencita ya sea en coche, camión o a pie.