Un lugar bello, entramos para sorpresa nuestra encontramos una ofrenda otomí, desafortunadamente Los lugareños o el poco turismo que va deja basura, si pasas a visitar éste lugar ve con un guía para que te platique la historia, en ése lugar hay una señora que guarda a sus borreguitos ahí, realmente ésa imagen de la iglesia y la señora con sus borreguitos estaba para pintar un cuadro.
Sólo son unos cuantos ladrillos y es un cochinero. Es un lugar abandonado. No vale la pena visitar
Es imposible llegar, el camino es casi vereda, esta en un campo de cultivo....
Lugar historico pero abandonado