Da un ambiente nostalgico por lo de las antiguas barberías con su poste de colores al frente del negocio, la silla de barbero, y gratamente la encargada conoce de las técnicas de corte de barba con uso de trapo mojado, el corte de pelo con tijeras, además de las novedades de un salón de belleza en cuanto a tintes y estilos de moda. El otro plus es la amabilidad de la atención. Bién hecho!